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Las sobretensiones, en el lenguaje de electrónica y electricidad, son tensiones que superan los valores máximos establecidos para un dispositivo o sistema eléctrico. Se pueden categorizar en dos principales tipos: permanentes y transitorias.
Referidas también como sobretensiones de largo plazo, las sobretensiones permanentes son aquellas que, una vez ocurridas, persisten hasta que se toman acciones correctivas para eliminarlas. Suelen ser causadas por eventos tales como cambios de configuración en el sistema de suministro de energía, o el funcionamiento incorrecto de equipos de regulación de voltaje.
Por otro lado, las sobretensiones transitorias son breves picos de voltaje, a menudo de duración milisegunda, que ocurren en el sistema eléctrico. Estas pueden ser inducidas por eventos naturales como los rayos, o por los conmutadores de carga rápida en el equipo eléctrico. A pesar de su corta duración, estas sobretensiones, también conocidas como spikes, pueden causar serios daños a los equipos eléctricos y electrónicos.
Existen distintas técnicas y dispositivos disponibles para la prevención y el manejo de las sobretensiones. Esto incluye protectores contra sobretensiones y supresores de transientes, los cuales sirven para limitar el voltaje a un nivel seguro. No obstante, es esencial tener conocimientos sólidos y comprender las características específicas de las sobretensiones permanentes y transitorias para aplicar la protección más efectiva.
Las sobretensiones permanentes se refieren a los aumentos de tensión que persisten en un período prolongado en un sistema eléctrico. Son comúnmente causadas por cambios de carga en las redes eléctricas y pueden resultar en daños significativos a los dispositivos y sistemas eléctricos si no se mitigan adecuadamente.
Una de las causas más comunes de las sobretensiones permanentes es la conexión incorrecta de los transformadores. Cuando se conectan incorrectamente, pueden generar tensiones que exceden significativamente las tensiones normales de operación. Otra causa común es la falla del equipo de regulación de tensión. Cuando el equipo de regulación de tensión falla, no puede mantener la tensión dentro de los límites especificados, lo que puede resultar en una sobretensión.
El efecto más notable de una sobretensión permanente es, sin duda, el daño al equipo eléctrico. Las sobretensiones pueden causar el fallo de los dispositivos y sistemas eléctricos, lo que a su vez puede ocasionar la pérdida de una cantidad significativa de tiempo y dinero en reparaciones y reemplazos. Algunos dispositivos pueden tener una tolerancia a las sobretensiones y continuar funcionando con eficacia durante un período corto; sin embargo, con el tiempo, incluso estos dispositivos pueden verse significativamente afectados por las sobretensiones continuas.
Las sobretensiones transitorias son aumentos repentinos y breves en la tensión que pueden causar daños considerables a los dispositivos electrónicos. Aprender a lidiar con estas cuestiones es vital para prevenir fallas de hardware y pérdida de datos.
Antes de entrar en cómo manejar estos picos de tensión, es importante entender lo que son. Las sobretensiones transitorias pueden clasificarse en dos categorías basadas en su duración: las "sobretensiones transitorias impulsivas" y las "sobretensiones transitorias de larga duración". Las primeras son breves picos de tensión que pueden durar unos pocos microsegundos a algunos milisegundos, mientras que las segundas son incrementos de tensión que persisten durante varios segundos a minutos.
La protección contra sobretensiones es la primera línea de defensa contra las sobretensiones transitorias. Hay varias formas de implementar esta protección, incluyendo el uso de dispositivos de protección contra sobretensiones (SPDs), reguladores de voltaje y sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS). Los SPDs, en particular, son dispositivos de bajo costo y fácil instalación que pueden absorber y desviar la energía de la sobretensión para proteger los equipos electrónicos.
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